martes, 11 de noviembre de 2014

Cerraré los ojos

Cerraré los ojos, y me iré lejos, muy lejos.
no quiero ver la realidad, ¿Para qué?
ver como la gente se destruye,
ver a la gente sin sentimientos,
como nos lastimamos los unos a los otros,
no hay hermandad, nunca la hubo,
la gente vive sin importarle el otro,
el prójimo no existe, todos somos egoístas,
viviendo vidas huecas y vacías, sin amor,
porque sino compartes el amor,
entonces no vale la pena vivir...
cuál es el objetivo de esta vida entonces,
¿Heredar rencor, soledad, odio a nuestros hijos?
Entonces no valdrá la pena,
haber pasado por este mundo,
este mundo que se enferma con
nuestros sentimientos oscuros,
ojalá existieran solo los niños,
niños que sonríen y juegan todo el día,
niños que después de llorar,
lo perdonan todo y corren a tus brazos,
niños que no recuerdan los regaños,
sino solo el amor que sienten por dentro,
que pelean con sus hermanos,
pero que continúan jugando a pesar de todo,
si ahora que soy adulto,
y no sé perdonar, ni volver a jugar,
entonces no vale la pena,
si no puedo abrazar a mi hermano
después de un disgusto,
si no lo puedo perdonar,
entonces no vale la pena,
porque entonces DIOS
no habita en mi corazón...